La luz es la verdadera responsable de la existencia del color, de la transmisión de la información y de la delineación de las formas. Consciente de este hecho, mi obra es el resultado de la observación e investigación de la luz y el campo emocional.

En la producción fotográfica “Mujeres de Luz” me inspiro en la esencia femenina que hay en cualquier ser humano, que es aquella parte nuestra que genera armonía y nos hace brillar.

Esta energía hace del día a día un entorno más amable, hace que nos nutramos, aporta calidez a las relaciones…

El hilo conductor de esta serie es la expresión de serenidad de estas mujeres, fundiéndose con la luz y los tules de seda. Representan la faceta más dulce del ser, la que siempre medra, la que se ocupa del hogar interno en armonía haciendo la vida más amable.

Mujeres mirando dentro de si mismas, conectadas con su esencia.

Estas mujeres de seda fluyen con esa luz, son parte de esa luz que entra tan suave, que lo envuelve todo y nos permite ver incluso en nuestro interior.

¡Luz!, llegas cálida al mediodía, vistiendo nuestros cuerpos con tu información divina, para recordarnos que la chispa de la creación habita en cada una de nuestras moléculas de vida.

¡Luz!, vienes a recordarnos que la vida también acaricia.