¡Hola, Soy Julieta!
Mi especialidad es captar tu esencia en mis fotografías
Siempre he querido hacer cosas que aporten valor a las personas, pasar tiempo con ellas de forma relajada ¡ y si es divertida mejor !
Desde pequeña mis abuelos y mis padres me enseñaron a disfrutar del arte, la música y potenciaron la creatividad en mi, además de formarme en valores y autoconocimiento. Por eso mi fotografía tiene ese matiz personal. La realizo para que te conozcas mejor en tus mejores facetas, cualidades y valores.
Recuerdo que siempre, cuando miraba un cuadro bonito percibía que me sentía más contenta, como si la armonía creara en mi más felicidad. Y me daba por pensar que ese trocito de mi ser que se sentía más feliz ya no podía estar ocupado por una mala emoción.
En 1º de carrera nos llevaron a ver una exposición al museo de Arte Contemporáneo “ CUATRO DIRECCIONES , Fotografía contemporánea española” y al tener delante la serie de “el Espacio Poseído “ de Javier Vallhonrat me quedé tan maravillada que me sentí plena durante toda la semana y en ese momento decidí que quería dedicarme profesionalmente a crear imágenes que produjeran el mismo efecto sobre las personas.
Aún recuerdo que de jovencita solía “Pedirle prestada” la cámara a mi padre y jugar con mis amigas a hacerles fotos, es ese estado de consciencia primigenia pude identificar la importancia de la naturalidad tanto en el entorno como en lo emocional para que diese como resultado la mejor versión de cada una de ellas. Después de más de 30 años de aquella epifanía sigo aplicando estos principios en cada una de mis sesiones. Y el resultado es que en cada sesión tengo la oportunidad de ver la expresión de sorpresa de mis retratados al darse cuenta de que todos podemos ser fotogénicos si sabemos llegar (o dejarnos llevar) a este estado de naturalidad.
Mi Trayectoria
Gran parte de mi forma de ser y de trabajar se resume a través de las vivencias que me han marcado
Con mis amigas jugaba a crear escenas bonitas y fotografiarlas con una cámara básica y todos comentaban lo guapas y auténticas que salían. Imaginaos mi felicidad de verlas tan contentas y empoderadas.
Y empecé a trabajar para un grupo de arquitectos muy vanguardistas que empezaban a tener encargos importantes.
Todo mi entorno me animaba a que me dedicara a ello y el boca a boca funcionaba de maravilla, sobre todo después de ver el resultado.
La fotografía social en ese momento era muy clásica y poco imaginativa y yo al transgredir las normas para que todos estuviéramos mas cómodos y quitarle seriedad a la sesión, se convirtió en una experiencia que las personas que la probaban recomendaban.
Tanto es así que un año hice 6 bodas y al año siguiente me llamaron 255 parejas del boca a boca. (Ten en cuenta que en esta época no existía internet y el único marketing era la experiencia y las fotos que tenían mis primeros clientes)
Era tan novedoso y fresco lo que presentaba a mis retratados, que me empezaron a llamar de sus empresas para que trabajara para ellos
( Loewe, Randstad, Shiseido, Disney, Decleor, Nars…)
Mientras cubría las bodas seguía con mis sesiones de retrato y de familia e incluso con proyectos artísticos que he expuesto en distintas galerías e instituciones.
Me concedieron premios por ello. Cosa que no dejaba de sorprenderme porque he dedicado poco tiempo a presentarme a certámenes de fotografía y a veces eran mis propios colegas los que enviaban las fotos por mi a concurso.
Siempre he sabido rodearme de buenos compañeros y personas, ya que las relaciones humanas son importantes para mi por todo lo que nutren y aportan y lo importante que me parece que aprendamos a relacionarnos cada vez mejor y por el bien común.
Hace años que deje las bodas para dedicarme investigar de lleno en el ámbito del retrato como forma de autoconocimiento. Aprender sobre el inconsciente y todo lo que pueda aportarnos conocimiento sobre como funcionamos y como funciona el universo en el que estamos inmersos ya que es lo que se refleja en cada retrato y fotografía que realizo, por muy sencilla que parezca, solo hay que observar en el interior de los ojos de la persona para descubrirlo y sentir la imagen más que mirarla.
Planteo las sesiones fotográficas como algo muy lúdico y experiencial para que disfrutemos todos y aparezcan plasmadas todas las emociones en su mejor versión.