Aun recuerdo que de jovencita solía “Pedirle prestada” la cámara a mi padre y jugar con mis amigas a hacerles fotos, es ese estado de consciencia primigenia pude identificar la importancia de la naturalidad tanto en el entorno como en lo emocional para que diese como resultado la mejor versión de cada una de ellas. Después de más de 30 años de aquella epifanía sigo aplicando estos principios en cada una de mis sesiones. Y el resultado es que en cada sesión tengo la oportunidad de ver la expresión de sorpresa de mis retratados al darse cuenta de que todos podemos ser fotogénicos si sabemos llegar (o dejarnos llevar) a este estado de naturalidad.
Corto y simple SI! pese a dichos populares y como en cualquier otra relación interpersonal la imagen es crucial.
Pues si, y hoy más que nunca es determinante dada la época en la que vivimos. En un entorno cada vez más digital, menos personal. Lo que nos puede diferenciar del resto es transmitir nuestra esencia y brillo personal de la mejor manera, con imágenes. Ya que al fin y al cabo somos seres visuales.
Pues justamente que vivimos en una era digital y el auge de la imagen como contenedor principal del consumo en redes sociales ha hecho que podamos distorsionar la percepción de nosotros mismos y llevarnos a un estado de condicionamiento que no nos permite sacarle el máximo potencial a nuestra marca personal. Muchas veces desconocemos lo autentico que hay en nosotros mismos.
Encontrar un profesional que nos acompañe en este camino de autoconocimiento, ¡pero ojo! Hay que tener en cuenta que no todos los profesionales de la fotografía sirven para todas las especialidades. Así como en la medicina hay todo tipo de especialidades, y no es lo mismo que te retrate un especialista en fotografía de arquitectura que esta acostumbrado a retratar obras inertes con todos su matices a que te acompañe un especialista en retrato y sobre todo en marca personal.
Pero para poder tener un mejor entendimiento de la relevancia tanto para nosotros como para el publico en general hay que tomar conocimiento de los siguientes datos:
Nuestro cerebro retiene el 90% de lo que vemos y únicamente 20% de lo que leemos (y 10% de lo que escuchamos).
En otras palabras, fuimos biológicamente diseñados para reaccionar ante estímulos visuales y comunicarnos a través de ellos. Es por eso que muchas veces somos más propensos a dirigir nuestra atención a imágenes o vídeos en lugar de “muros” de texto.
Por lo tanto, nuestra imagen personal tiene distintos efectos en los demás, dependiendo de como nos mostremos pueden verse afectados por este sesgo automático del cerebro. Pero esto tiene su lado positivo ya que si sabemos como exponernos podemos generar beneficiosos efectos para nuestra marca personal, como por ejemplo: Aumenta tu credibilidad, Crea una conexión emocional, transmitir nuestra esencia, reflejar profesionalidad, etc…
Nuestra imagen es una herramienta esencial a la hora de transmitir información efectiva.
Como explica Mary Potter, profesora de ciencias cognitivas y cerebrales del MIT, "el hecho de que podamos hacer eso tan rápido nos indica que lo que la visión hace es encontrar conceptos. Eso es lo que el cerebro está haciendo todo el día, tratando de entender lo que estamos viendo".
Esto también se aplica a la imagen que proyectamos en nuestra marca personal, diversos estudios científicos demuestran que determinados rasgos físicos como micro expresiones y posturas pueden transmitir información muy distinta al observador. Por lo tanto no es lo mismo exponer una imagen cualquiera en nuestra presencia digital que contar con una que refleje nuestra esencia y pueda comunicar de manera efectiva los valores que queremos transmitir a nuestro publico.
Gracias a la neurociencia aplicada a la fotografía se ha podido comprobar el efecto que nuestra imagen causa en los demás, que se encuentra en muchas ocasiones curiosamente distorsionada por nosotros mismos.
El experimento social que realizó la marca Dove y la agencia Ogilvy Brasil con la campaña titulada 'Retratos de belleza real', sirvió para demostrar como la mayoría de las personas tiene distorsionada su propia imagen y es demasiado crítica consigo misma.
En ella colaboro el retratista del FBI Gil Zamora, quién hizo retratos a varias mujeres utilizando las descripciones que de sí mismas hicieron las propias mujeres y las de unos desconocidos a quienes habían conocido ese mismo día.
La consecuencia por sorprendente que parezca contenía una diferencia notable en los retratos realizados por el experto en el que la percepción que tenían las mujeres de si mismas daba como resultado una imagen que resaltaba “defectos” e “imperfecciones” frente a la que los extraños habían descrito de estas que resaltaba una imagen más natural y bonita.
Con este estudio podemos concluir que muchas veces nuestra autopercepción es mucho más negativa de lo que perciben los demás.
El efecto halo consiste en la realización de una generalización a partir de una sola característica o cualidad de un objeto o de una persona. Es decir, realizamos un juicio previo a partir del cual generalizamos el resto de características.
Este efecto nos puede beneficiar tanto como perjudicar, pero si sabemos usarlo a nuestro favor nos permite poder generar en nuestra audiencia un buena sensación que se puede trasladar al resto de nuestras características desde un primer momento representándonos de manera que acentuando nuestras cualidades visuales y nuestras expresiones así como transmitiendo nuestra mejor esencia.
El resultado lo he podido ver a lo largo de mis más de 30 años de experiencia en retrato. Cada vez que uno de mis clientes exponía su nueva imagen de marca personal recibía un feedback muy cálido de su entornoy veía como su influencia aumentaba ya que el publico podía reconocer el reflejo de su carácter, habilidades, talentos y una mejora en la percepción general.
Todo esto les llevo en la mayoría de ocasiones a ver un aumento sustancial en su vida profesional.
Poder representar nuestras habilidades y personalidad en una imagen no es fácil pero contiene una gran recompensa si llegamos a ese lugar (y más aun en la época del selfie).
La ayuda de un profesional puede ser determinante en el resultado y todo esto solo lo podremos alcanzar si logramos llegar a este estado de naturalidad de nuestro autentico ser.
¿A que esperas para mejorar tu marca personal?
Todos podemos ser fotogénicos, si como lo oyes (o lees). Entendemos que somos fotogénicos si salimos bien en las fotos, pero no se trata de una cualidad física sino de relajarse y dejar que aflore lo mejor de ti sin que tus prejuicios sobre tu propia imagen sean los que determinen el resultado.
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